La vida breve


Juan Carlos Onetti.

La vida breve es la novela inaugural de Santa María, el territorio imaginario de la narrativa onettiana. Su protagonista, Brausen, escucha a través de una pared una conversación entre un hombre y una mujer. Imagina sus gestos, sus sentimientos… Brausen vive con su mujer, mutilada tras una complicada operación, y para compensar ese vacío físico que detendrá sus caricias, él imagina historias: la de Santa María, y la de un médico llamado Díaz Grey. Pero no sólo desea imaginar que es otro, también quiere serlo.


Una novela con estructura de cajas chinas Un autor creando un personaje de novela, que a su vez crea otros personajes en una trama verdaderamente motivante hace que La vida breve sea una obra magistral de la literatura, particularmente porque cada vez que se abre ante el lector, la interpretación que realice de los personajes, y de la obra en sí, será diferente, pues verá una obra cambiante en la que la ficción estará del lado de la realidad. La complejidad de la obra no es inconveniente para disfrutar de una novela llena de matices que explora en profundidad la psique humana y su relación con la enfermedad, con la creación y con la vida misma. Juan Carlos Onetti, a veces comparado con Faulkner, no tiene reparos en incluirse a sí mismo en una novela que trata de la novela misma, convirtiéndola en una suerte de autobiografía, en un testimonio ineludible y autorreferencial, en varios sentidos. La vida breve es una lectura sin la cual no se puede explicar la narrativa hispanoamericana de mediados del pasado siglo. Pero es mucho más que eso: es un ensayo sobre los límites de la realidad, la magia de la creación como vía de escape a una vida anodina, y es también un viaje a lo más hondo de las pasiones humanas, en las que la propia identidad se desdibuja peligrosamente.