Una historia sobre los vínculos entre la literatura y la vida —y sobre una compañía que se borra. Edición, prólogo y notas de Andrés Braithwaite.
¿Cómo es la relación entre un autor y su editor? ¿Cuál es la influencia que ejerce uno en el otro? En este polisémico volumen, somos testigos de la formación del triángulo invisible entre estos dos interlocutores y su texto, un relato con vigas a la vista. El lector tiene la rara oportunidad de presenciar la naturaleza individual y subjetiva de esa dialéctica: qué tan frágil y particular —pero también qué tan fuerte— puede llegar a ser. Y cómo esos diálogos y dudas comienzan a desbordarse más allá de la página, del texto, de la obra, para establecer vínculos que se aferran ya no a la literatura, sino a la vida.
«Ahora sé que un editor es una especie de hermano mayor, que nos educa, protege y reprime, o quizás, directamente, un segundo padre, al que nunca dejamos de querer, respetar y temer, aunque luego lo desafiemos, y tarde o temprano, para crecer, o simplemente para sobrevivir, lo neguemos todas las veces que sea necesario, y hasta terminemos apuñalándolo por la espalda, en sentido psicoanalítico, por supuesto.» —Alejandro Zambra
«Lo que importa de un libro sucede fundamentalmente en ese diálogo entre dos solitarios, el que escribe y el que edita.» —Andrés Braithwaite